miércoles, 26 de marzo de 2008

Rechazo al discurso de la Presidente Cristina Kirchner

Los diputados nacionales Daniel Kroneberger -UCR-La Pampa- y Federico Kenny -UCR-La Pampa-, manifestaron su más enérgico rechazo a las declaraciones de la Presidente de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, a la vez que señalaron que el dialogo entre el Gobierno Nacional y los sectores agropecuarios, son la única salida a la grave crisis que atraviesa el sector. También manifestaron su repudio a la fuerza de choque que maneja Luís Delia, que intentaron intimidar la libre manifestación.

“No existía nadie en el país que no tuviera expectativa ante las palabras de la Presidenta. Esperábamos que su discurso reflejara la esperanza de un atisbo de solución al conflicto del campo; lamentablemente, Cristina Kirchner contestó con el estilo autoritario de siempre, al que nos tiene acostumbrados. El mensaje de la Presidenta estuvo cargado de prepotencia y provocación. Una vez más, se eligió el peligroso y delgado sendero de confrontar argentinos contra argentinos”
“Es necesario que el PEN y las entidades del agro mantengan abierta las vías de comunicación, con el objetivo de encontrar lo más rápido posible soluciones de fondo a esta problemática que vive el país. Es una lastima que las autoridades nacionales en lugar de llamar al diálogo y al consenso, vuelven a agredir a los productores, sin plantear soluciones de fondo a un conflicto que afecta al conjunto de la sociedad", dijo."Es ridículo pensar que hay un piquete de la abundancia, como dice la Presidenta: hay un reclamo legítimo y coherente de un sector que ve afectada su supervivencia por la falta de políticas de largo plazo y la continuidad de medidas que perjudican a los pequeños y medianos productores y concentran la tierra en manos de los grandes exportadores".
“Las medidas anunciadas no logran ocultar el afán exclusivamente recaudatorio, no mejoran la rentabilidad de la ganadería, ni del maíz, ni el trigo como se pretende hacer creer, sino que sólo se incrementan los ingresos fiscales. Las rebajas a las retenciones del trigo y maíz son irrisorias, y en nada mejoran la rentabilidad de los cultivos, afectados por el incesante incremento de los insumos básicos ante la inacción del gobierno”
“En materia de carnes, el gobierno irrita con políticas que ya demostraron su fracaso, perjudicando por igual a productores y consumidores. Para diversificar y aumentar la producción es necesario garantizar rentabilidad razonable a todas las actividades, escuchar a productores, transportistas, transparentar los mercados, y promover la inversión. Es necesario incorporar tecnología que baje costos y evitar que los sectores más poderosos de las diferentes cadenas productivas hagan valer esas circunstancias en detrimento de los más débiles”, señalaron Kroneberger y Kenny.
“Apoyamos con toda firmeza las medidas que toman los sectores productores. Compartimos la bronca de todo el sector agropecuario, porque el gobierno no se conforma con confiscar millones de pesos más a los pueblos del interior del país, sino que intenta engañar a la opinión publica con declaraciones inverosímiles que nada tienen que ver con la realidad”.
“Está claro que tanto el Ministro de Economía, Martín Lousteau, el Secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno y el Secretario Javier De Urquiza no conocen la realidad, es falso creer que poniendo mas retenciones a los granos aumentará la ganadería y la lechería. Sin un Plan Ganadero Integral a fin de año la Argentina terminará importando carne porque la seguimos consumiendo y no la producimos, lo mismo pasará con la leche, el año pasado bajamos la producción casi 1.000 millones de litros”.“El paro del campo es legítimo, los productores han tenido demasiada paciencia, estas retenciones son una confiscación más de un Estado que jamás pone un solo peso, y no devuelve al sector infraestructura; faltan caminos rurales, rutas, puentes, canales. Es decir el chacarero para sacar su producción tiene que ocuparse de las obras que el socio mayoritario y rico, que es el Estado, no hace”, concluyeron los diputados radicales, Daniel Kroneberger y Federico Kenny.

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